Sabias: La otra cara de la ciencia by Adela Muñoz Páez

Sabias: La otra cara de la ciencia by Adela Muñoz Páez

autor:Adela Muñoz Páez [Páez, Adela Muñoz]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Debate
publicado: 2017-01-25T23:00:00+00:00


Mi hija ha mostrado su rechazo hacia él y yo no voy a forzarla a actuar contra su deseo.

Terray amenazó con expulsar a Paulze de la Ferme, pero entonces el resto de sus compañeros fermiers amenazaron con dimitir. Terray no tuvo más remedio que ceder y aceptar la negativa de Marie, porque el gobierno de Francia no podía quedarse sin liquidez. Esquivado ese primer pretendiente, Jacques Paulze sabía que no iba a pasar mucho tiempo antes de que otro noble arruinado viniera a pedirle la mano de su hija para poder apropiarse de su jugosa dote. Por ello decidió buscar una solución definitiva: le pidió a uno de sus más brillantes subordinados en la Ferme, el joven Antoine-Laurent Lavoisier, que se casara con ella. Antoine, que por entonces tenía veintiocho años, no solo era extraordinariamente brillante y trabajador, sino que era el heredero de la fortuna de una próspera familia de abogados. Y, lo más importante, a pesar de que carecía de títulos nobiliarios, Marie no puso reparos a esa boda. Se supone que Marie también era del agrado de Lavoisier, pero no hay información al respecto.

A lo largo de su vida Lavoisier hizo prácticamente todo tipo de trabajo intelectual, pero con lo que más disfrutaba era con su trabajo en el laboratorio, cuyo objetivo declarado, según escribió en su diario siendo muy joven, era hacer una revolución en la química. La ciencia era trabajo absorbente porque requería, además de creatividad e inteligencia, dinero para comprar todo el costoso material de laboratorio y tiempo para trabajar en él. Por eso, la mayor parte de los científicos de la época eran nobles ricos que no tenían que trabajar para mantenerse y podían permitirse los dispendiosos gastos que requerían los experimentos. Lavoisier, que no era noble ni tan rico como para no tener que trabajar, siguió la tradición familiar y estudió leyes, tras lo cual se buscó un trabajo bien remunerado. Este fue un puesto en la Ferme Générale con el cual aseguró su sustento y autonomía para poder dedicarse a la ciencia. Sus trabajos de juventud en este campo habían llamado la atención de los sabios del momento, por lo que, mucho antes de conocer a Marie, Antoine ya era miembro de la Academia de Ciencias de Francia.

Su eficacia era tal que todas las tareas que le encomendaban las hacía bien, por lo cual sus jefes en la Ferme y en la academia no dejaban de darle trabajo y él no cejaba hasta mejorar todos los asuntos de los que lo hacían responsable. En la Ferme diseñó planes para optimizar la recaudación de impuestos, impuso duras sanciones a los recaudadores que robaban y, para comprobar la mejora del funcionamiento de la institución, viajó por toda Francia. A raíz de su nombramiento mejoraron muchas cosas en la Ferme, pero la siniestra reputación de los recaudadores de impuestos, que habían llegado a imponer la pena capital a los sospechosos de fraude, le pasó factura años después.

A la ceremonia de esponsales entre Antoine y



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.